Por simple lógica, Jesús podía caminar sobre el vino tan fácilmente como caminaba sobre el agua. Metafísicamente Jesús es el creador del Universo y establece las reglas de cómo funciona el Universo y puede cambiar esas reglas según se ajuste a sus necesidades. En otras palabras, si Jesús quiere caminar sobre el vino, simplemente hace que las reglas del universo se comporten de tal manera que pueda caminar sobre el vino.