- debe caber dentro de los portavasos estándar,
- debe transmitir limpieza y claridad del agua del producto.
- debe estar visiblemente sellado.
- debe ser lo suficientemente “firme”, cuando se encuentre en casos, para poder apilarse a una altura de ocho pies. (Los minoristas descontinuarán los productos líquidos apilables).
Salga de esos conceptos básicos bajo su propio riesgo.