Esto no pretende sonar impertinente, pero una anoréxica recuperada es alguien que no tendría que hacer esta pregunta. Deben comer una dieta normal y saludable: una variedad de alimentos, en su mayoría plantas, no demasiado o muy poco. Un signo de recuperación es que la comida deja de ser un desafío y se convierte en una alegría.
Los anoréxicos recuperados deberían ser aún más cautos sobre la restricción de calorías que otras personas. Nunca, incluso, deberían contemplar la posibilidad de perder peso a menos que reciban instrucciones directas y específicas de su médico.