La adicción al azúcar es similar a cualquier otra adicción: nicotina, drogas recreativas, analgésicos, cafeína, alcohol. Con el tiempo, sus redes neuronales se conectan para recibir esa sacudida / impulso de energía simplemente anticipando una solución: una lata de refresco, un cigarrillo, una taza de café, una pastilla para el dolor o un cóctel.
La gente dice que puedes renunciar a cualquier cosa “fría” si tienes la fuerza de voluntad para hacerlo. Sin embargo, no todos son bendecidos con tal fuerza de voluntad. Trate su adicción a la soda como un problema de la comunidad. Reúna a su comunidad: su familia cercana, amigos, colegas, etc. lo ayudarán a vencer esta adicción. Lea sobre cómo las personas se mantienen sobrias de la adicción al alcohol o las drogas, y siga las pautas según corresponda a su estilo de vida. No piense que el azúcar es una sustancia benigna, y todo lo que tiene que hacer es dejar de beber refrescos. Tu cerebro descubrirá una forma de buscar una sustancia paralela (cupcakes, dulces) para llenar el vacío de azúcar que haya dejado al eliminar los refrescos de tu menú.
Le tomará varios meses sentirse cómodo al dejar de tomar soda.
Su cónyuge, familiares, amigos y colegas pueden ayudarlo a hacer la transición al estado sin soda con mayor facilidad. Al igual que un alcohólico evita las barras, debe evitar las ocasiones sociales en las que tiene acceso a refrescos. Debe evitar las máquinas expendedoras, los pasillos de los supermercados con refrescos y tentempiés. Esta es solo una forma práctica de mantener su sobriedad.
Elija un hábito inofensivo (botellas de agua) para reemplazar su hábito de refrescos. Es seguro que será menos satisfactorio que una lata de coca cola, pero eventualmente obtendrá soda.
Buena suerte…