Hay dos factores clave involucrados en este fenómeno:
- Cantidad de exposición superficial.
- La diferencia de temperatura.
En general, los platillos permiten que una gran área superficial del líquido se exponga al aire circundante, lo que facilita el intercambio de calor.
Dado que la superficie permite que ocurra la transferencia de calor, la pregunta es si ocurrirá. La respuesta es sí, si hay una diferencia en la temperatura de las dos superficies que interactúan.
Ambas superficies alcanzarán la temperatura de la superficie con la temperatura dominante. En este caso, la temperatura del aire.