La germinación se ve afectada por dos factores principales, la humedad y la temperatura. La semilla permanecerá dormida hasta que esté expuesta a la humedad lo suficiente como para que la cáscara o la capa exterior permita que el agua entre en la semilla misma, momento en el cual la cáscara normalmente se dividirá y surgirá un pequeño brote. Si la temperatura del suelo es lo suficientemente alta, el brote crecerá y brotará un brote del suelo.
Las horas de luz solar no influyen mucho en la germinación, pero tienen una influencia considerable en el establecimiento exitoso de la planta real. Las semillas en latencia no pueden detectar ni percibir la luz del sol, solo el calor y la humedad. Esta es la razón por la cual los brotes de soja y otros brotes comestibles se pueden cultivar durante todo el año en un ambiente controlado.