Ese es un punto muy olvidado, pasado por alto. Joel Salatin, que es un gran agricultor orgánico, se queja de que los estándares orgánicos oficiales actuales en realidad no tienen mucho sentido.
Los agricultores son vistos como el culpable de la agricultura química, debido a la estupidez de la gente común. No pedimos nuevos venenos de la industria, no desarrollamos ninguno nosotros mismos. A ninguno de nosotros le agrada que los compradores y reguladores nos obliguen a hacerlo.
Los agricultores deben estar en el centro de los cuerpos de diseño normativo de IFOAM, FiBL, etc. para tener cualquier clase de conjunto de reglas significativas y útiles que produzcan algo honesto.