Yo no lo llamaría el mejor problema. Quizás lo peor. Es decir, el concepto erróneo y la falta de comprensión por parte de los consumidores de la agricultura moderna. Esto lleva a discusiones intensas no basadas en hechos, sino en emociones y falta de conocimiento de los hechos. Es sorprendente ver cuán distanciados están los consumidores en el mundo occidental de la agricultura y cómo la perciben con desconfianza. Todo esto se basa en la falta de información correcta. Especialmente en lo que respecta a la protección de cultivos (pesticidas), las emociones se disparan. La gente no comprende que sin la protección de cultivos no existe la agricultura a gran escala (ni siquiera a pequeña escala). Los productos de protección de cultivos están altamente regulados y se encuentran entre las sustancias más investigadas. Se necesitan entre 250 y 300 millones de dólares para desarrollar un nuevo compuesto. Residuos es de lo que todo el mundo está hablando. Encontrar residuos de estos en el medio ambiente o producir no significa que represente un peligro. Los métodos analíticos de hoy son tan sensibles que encuentran cantidades diminutas de cualquier sustancia química y que de ninguna manera son perjudiciales.
Si queremos seguir alimentando a una población cada vez mayor con alimentos de alta calidad y de gran diversidad, los productos de protección de cultivos son indispensables. Con estos también es posible producir más en menos tierra. Intensificación. Y con eso, menos tierra tiene que ser despejada o bosques destruidos. Solo por nombrar algunos ejemplos.
Para mí, esta falta de información y hostilidad hacia la agricultura moderna es un problema que me gustaría ver resuelto.