Una porción ocasional no hará daño. Y a los perros parece gustarles mucho, ya que es más sabrosa y carnosa que sus comidas habituales.
Sin embargo, no debes alimentar a un perro con comida para gatos regularmente. No es un sustituto de la comida para perros. Si lo hace, provocará estreñimiento, problemas de peso y desequilibrio nutricional (falta de ciertas vitaminas, ingesta excesiva de grasa, etc.), lo que tendrá consecuencias graves para la salud del perro si se sustituye durante un período prolongado de tiempo. Los perros, a diferencia de los gatos que son carnívoros obligados, tienen necesidades dietéticas muy diferentes. Por ejemplo, como los humanos, necesitan comer vegetales, mientras que a los gatos les va bien con la carne sola. Aparte de eso, la comida para perros a menudo se fortifica para evitar deficiencias en la dieta.