Es un mito común que las madres que amamantan necesitan ‘beber leche para producir leche’. De hecho, esto no es cierto: algunas mujeres incluso encuentran que demasiados productos lácteos en su dieta pueden provocarle cólicos.
La mejor manera de mantener el suministro de leche materna es mantenerse hidratado, asegurarse de que el bebé se cierre correctamente y alimentar a la demanda, ya que la lactancia materna se basa en la oferta y la demanda.