Congele la botella durante la noche.
Supongo que tienes una botella de plástico de agua potable. Abra la botella, deje salir un poco de agua (de lo contrario, la física del agua helada, que se expande cuando se enfría, contrariamente a casi todo lo demás en nuestro mundo, puede hacer que la botella se rompa) y la coloca en el congelador durante la noche.
Coloque la botella congelada en una bolsa de plástico (la condensación en la botella la humedecerá un poco) y listo. El agua se descongelará en el transcurso del día, pero el hielo restante lo mantendrá frío. Por supuesto, cuanto más mantenga la botella a la sombra y lejos del calor, más tiempo tardará en derretirse el hielo.
¡Este truco nos ayudó durante muchas visitas al Parque Temático de verano!