Nuestro cuerpo necesita combustible en forma de comida todos los días y la forma en que nuestro cuerpo reacciona (física y mentalmente) depende del combustible que se bombea.
Una mala dieta :
- El alto contenido de azúcar y los carbohidratos amiláceos conducen a una liberación excesiva de insulina, que a su vez conduce a la disminución de los niveles de azúcar en la sangre (hipoglucemia).
- La hipoglucemia hace que el cerebro secrete glutamato en niveles que pueden causar agitación, depresión, ira, ansiedad, ataques de pánico y un aumento en el riesgo de suicidio.
- Los episodios repetidos de hipoglucemia aumentan el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer y el Parkinson.
- Tanto en niños como en adultos, puede causar un comportamiento violento y agresivo. En personas mayores, puede haber confusión mental.
- Existe un cuerpo sustancial de evidencia que respalda la afirmación de que el azúcar y los edulcorantes artificiales tienen un impacto radicalmente negativo en su cuerpo.
Una buena dieta:
- El momento y el contenido de las comidas, así como el consumo de ciertos nutrientes individuales, pueden tener efectos sutiles y ocasionalmente dramáticos sobre el estado de ánimo y el comportamiento.
- Según el Instituto Linus Pauling, la alimentación saludable apoya la cognición, la resolución de problemas, la memoria, el estado de alerta, el sueño y el procesamiento de la información, que también señala que una buena nutrición es importante para el correcto desarrollo del cerebro.
Problemas comunes tratados con alimentos y nutrientes (terapéuticamente):
- Depresión
- Insomnio
- Hiperactividad
- Dolor crónico
- Antojos de carbohidratos
- Las investigaciones indican que podría ser mejor consumir una comida rica en proteínas y baja en carbohidratos antes de realizar un trabajo complicado que requiera concentración y estado de alerta.
- Varios estudios también han demostrado que comer carbohidratos (azúcares y almidones) puede elevar el nivel de un químico cerebral, la serotonina, que se asocia con la sensación de relajación, calma, sueño, menos depresión y menos sensibilidad al dolor.
- El apoyo científico a la noción de que la forma en que las personas sienten que se ve afectada por lo que comen da credibilidad a la sabiduría popular, como usar un caramelo para calmar a un niño llorando y beber leche caliente con miel para inducir el sueño.