La edad para beber en los Estados Unidos es 21 debido al poderoso cabildeo de Mothers Against Drunk Drivers (MADD). Cada estado establece su propia edad legal para beber, pero el gobierno federal durante la administración Reagan chantajeó a los estados para que fijaran la edad a los 21 años vinculando la edad para beber a la financiación de autopistas.
El resultado es una situación absurda en la que un joven de 18 años ha alcanzado la mayoría de edad y tiene todos los derechos legales de un adulto, excepto el derecho a comprar alcohol. Un joven de 18 años puede votar, ser reclutado, sentenciado a muerte o cadena perpetua, casarse, abandonar la escuela … pero no puede comprar una cerveza.