Trataré de mantenerlo corto. Si no, puedo escribir un libro aquí.
Los productos de protección de cultivos, pesticidas, deben ser manejados con cuidado preferiblemente por una persona certificada. Siendo este el distribuidor, un aplicador profesional o el agricultor mismo. En cualquier caso, las recomendaciones e instrucciones de la etiqueta del producto deben seguirse rigurosamente. Al hacerlo, el uso de estos productos puede considerarse de bajo riesgo. El tiempo de aplicación debe ser preventivo o curativo temprano. Cuanto más hacia la erradicación, mayor es la posibilidad de perder el control, mayores son las pérdidas del cultivo y mayores las posibilidades de cambio de sensibilidad de las plagas (resistencia). El aplicador debe usar equipo de protección estándar y la aplicación en sí misma debe realizarse en los momentos adecuados del día, según los productos que se pulvericen. Después de la aplicación, hay un período de reingreso durante el cual ningún animal o persona debe ingresar al campo. Esto puede ser desde minutos hasta horas. También existe el intervalo de precosecha, el intervalo de tiempo después de la aplicación cuando el producto no puede ser cosechado. Esto es para asegurar que los residuos sean suficientemente bajos (de acuerdo con el nivel de residuos mínimo o LMR previamente definidos). Esto puede ser entre uno y varios días.
Los pesticidas son una herramienta vital en la agricultura moderna y se encuentran entre los compuestos más investigados. Lleva entre 8 y 10 años desarrollar un nuevo pesticida, a un costo de 250-280 millones de dólares. Una gran parte de esta cantidad se destina a estudios de salud, medioambiente y seguridad, así como a requisitos reglamentarios. Sin pesticidas, la agricultura a gran escala tal como se practica hoy en día no es viable.
