La vida estaría limitada a los océanos, ya que casi no habría agua fuera de ellos. Cuanto mayor es la densidad, más lenta es la evaporación. A cinco veces su densidad actual, casi ninguna agua se evaporaría, y el ciclo completo de nubes-lluvia-ríos-océanos-nubes no existiría.
Además, todos los organismos vivos serían tan pesados que el movimiento de la tierra sería casi imposible.