La cafeína es un estimulante que afecta el sistema nervioso central de niños y adultos por igual. El café o cualquier bebida con cafeína contiene cafeína natural o inducida artificialmente que puede causar nerviosismo, nerviosismo, dolores de cabeza, malestar estomacal, dificultad para dormir y concentrarse, y aumento del ritmo cardíaco y la presión arterial.
Ahora, la cantidad de cafeína requerida para que estos efectos secundarios sean prominentes en un adulto es mayor en comparación con los niveles de cafeína requeridos para el niño. Aparte de esto, las bebidas con cafeína contienen calorías vacías que resisten las vitaminas y minerales necesarios para trabajar en el cuerpo de un niño. Una alta ingesta de cafeína también puede provocar obesidad, caries dentales, deshidratación y varios otros trastornos nerviosos. Obviamente, como padre, no le gustaría poner a su hijo en tales riesgos de salud.
Las últimas investigaciones muestran que una cosa que la cafeína no hace es el doble de crecimiento. Sin embargo, pone a un niño bajo varios otros desórdenes de salud severos. Por lo general, la cafeína no debe formar parte de la dieta de un niño hasta los 16 años.
¡Espero que esto responda a su consulta!