Puedes decirles que eres alérgico a eso. Puedes decirles que te sabe mal. Puede decirles que está tomando un descanso de beber para estar saludable. Puedes decirles que tienes dolor de cabeza. Ese tipo de excusas se desgastan, pero puedes inventar cualquier serie de mentiras que desees para justificar tu no participación.
O puede decirles la verdad, que podría ser que no les gusta la forma en que el alcohol perjudica sus sentidos, y después de la experiencia y la consideración, han decidido no tomarlo. Nunca.
Vea cómo reaccionan individualmente, luego tome una decisión sobre quiénes son sus amigos y quiénes solo están tratando de atraerlo a su propio círculo de dependencia que cubra su inseguridad y sus temores sociales.
Ser fiel a ti mismo es la mejor opción. Afirme su independencia sin temor a la presión y el ostracismo. Tome un refresco y no haga un gran problema al respecto. Tus ‘amigos’ o lo obtendrán o no lo harán.