No. Te quemará mucho la boca, la garganta, el esófago y el estómago.
Una vez que el plástico se cocina, se endurecerá. Dependiendo de la forma en que se endurezca, el plástico puede alojarse en su intestino y causar un bloqueo. Eso puede poner en peligro la vida.
Pequeñas piezas de plástico pueden pasar a través de sus intestinos sin causar más daño.