En primer lugar, la radiación UV no es un filtro y si no se aplica correctamente, eventualmente conducirá a un mayor crecimiento bacteriano.
Recuerde que los rayos UV no eliminan las bacterias sino que simplemente evitan que se multipliquen. Una vez inactivados, se vuelven frágiles y se rompen o se transforman en partículas proteínicas que servirán como nutrientes para la proliferación de nuevas bacterias.
No has dado suficiente información sobre el agua que filtrarás. Por ejemplo, ¿es agua superficial o subterránea? ¿Está fluyendo o simplemente estático en un contenedor? ¿Tiene cloro residual? BOD? ¿BACALAO?
La gente busca respuestas simples a las soluciones de agua, pero la química del agua no es tan simple.