Hay un equilibrio donde el ácido carbónico se convierte hacia atrás y hacia delante en dióxido de carbono (las burbujas). Abrir la botella cambia la temperatura y la presión, alterando el equilibrio y desplazándolo hacia un lado donde se necesita producir más gas.
La bebida no burbujea tanto si está fría cuando se abre; abrir una botella de champán tibia es una gran pérdida.