La comida no viene con una fecha mágica después de la cual se echan a perder al instante. En su mayoría, la fecha es un indicador de una garantía de frescura.
Confíe en sus sentidos. Si algo se ve, huele, sabe o se siente podrido, evítelo. Hago una prueba simple para verificar si la comida se ha descompuesto. Aprieto un poco entre el pulgar y el índice, y si se forma un hilo fino cuando lentamente separo los dedos y huele raro, está dañado y lo evito. Esto a veces no funciona si la comida es pegajosa por naturaleza, como la okra o el ñame.
Un poco de comida mohosa (no visiblemente afectada) en pequeñas cantidades, la cantidad que ingiere antes de decidir que ha empeorado, no lo matará a menos que tenga un sistema inmune gravemente afectado. Puede sentir náuseas o hastío. Pero vivirás.
Confía en tus sentidos
