Sí. En realidad, hay una fase de transición en el desarrollo de mamíferos hasta la edad adulta, por la cual un animal deja de poder digerir la lactosa (azúcar de la leche) si ya no está expuesto a ella. La leche es el único alimento común que contiene este azúcar.
LCT, el gen de la lactasa, la enzima utilizada para digerir la lactosa, parece degradarse activamente al momento del destete, pero hay algunas pruebas que demuestran que el acto de destete es lo que desencadena esto. Alrededor de la mitad de la población humana posee una mutación que permite que la LCT permanezca activa durante la edad adulta, pero cualquier humano que haya sido destetado de la leche y nunca haya vuelto a estar expuesto a la lactosa, probablemente se convierta en intolerante a la lactosa. Además, la mayoría de los mamíferos que estuvieron continuamente expuestos a la lactosa en la edad adulta, probablemente retendrían cierta capacidad para digerirlos: atestigüe con gatos y perros domésticos.