La cura del tabaco y el tostado de los granos de café ayuda a resaltar los sabores de caramelo quemado que se obtienen en el café y los cigarrillos. Los sabores similares se complementan entre sí.
Y los granos de café rancio empiezan a oler a ceniza de cigarrillo. Quizás haya más similitudes entre ellos aparte de la forma en que se procesan.