¿Cómo saben las semillas qué camino está arriba cuando están bajo tierra?

No, las semillas no tienen cerebro!

No “saben” en qué dirección se encuentra. Pero siguen un fenómeno biológico llamado “Tropismo”.

Después de que una semilla germina, su tallo crecerá hacia la luz. Se llama “fototropismo”. Es una reacción de la planta cuando recibe luz. Causará que un crecimiento hormonal llamado “Auxin” se dirija hacia el crecimiento celular en una dirección ascendente, en la punta del tallo. Más precisamente, el fototropismo es una respuesta de luz azul controlada por la acción de fotorreceptores de luz azul específicos llamados “fototropinas”.

De manera similar, las raíces crecerán hacia abajo, siguiendo un “geotropismo” causado por la gravedad, que dirige el flujo de auxina hacia las células de la punta de la raíz. Está relacionado con la presencia de plastidios llenos de almidón llamados “amiloplastos” en células especializadas. Cuando la orientación de las células cambia, la masa de los plástidos llenos de almidón hace que se hundan en el extremo inferior de la celda. La caída de los amiloplastos desencadena, a través de mecanismos desconocidos, un crecimiento diferencial que provoca el desarrollo de la curvatura.

Se han observado muchos otros “tropismos” que influyen en las plantas, bacterias y algunas veces virus e incluso animales.

Estos fenómenos se han observado y analizado durante 100 años, pero ciertos mecanismos no se han explicado claramente. Los justificamos por la necesidad de una planta para sobrevivir y crecer hacia la luz y el agua.