Desde que los humanos comenzaron a cultivar plantas hace unos 12,000 años, hemos estado modificándolas para producir los rasgos más deseables que deseamos. La mayoría de las frutas que compramos hoy tienen poco o ningún parecido con sus contrapartes antiguas. Como muchas frutas tienen poca carne comestible, nuestras frutas modernas con grandes porciones de carne comestible y semillas más pequeñas que no tienen semillas, también tendrán mayores cantidades de azúcares.
Para una comparación interesante, mira las fotos en este enlace. Frutas y verduras parecían muy diferentes hace miles de años. Algunos de ellos son irreconocibles, y los sabores descritos en los primeros escritos de la gente de mar en la década de 1600 son muy diferentes de los que obtenemos hoy. Imagine un durazno amargo y salado, a diferencia de los melocotones dulces y jugosos de hoy. Como nota, este enlace contiene una gran cantidad de información peyorativa sobre Monsanto. No soy partidario del empalme genético, pero cada uno de nosotros debería decidir por sí mismo. Ignora los disparos en Monsanto, y solo lee la información sobre las plantas, y encontrarás algunas cosas realmente geniales. Si alguna vez te teletransportan en el tiempo, estas fotos pueden ayudarte a sobrevivir. 😀