No estoy al tanto de ninguna adaptación específica para el calor, pero hay una idea que comienza a ganar vigencia: los humanos pueden haber desarrollado cierta resistencia a los carcinógenos que se encuentran comúnmente en los alimentos cocinados. Humo, Fuego y Evolución Humana
Sabemos que los productos químicos como la acrilamida, que se encuentra en la mayoría de los alimentos cocinados, causan cáncer en los animales de laboratorio. Pero la mayoría de los estudios epidemiológicos no muestran un aumento en las tasas de cáncer, incluso para las comunidades que consumen grandes cantidades de este. Y en los estudios que sugieren un pequeño aumento, es mucho menos de lo que esperaría dado los niveles encontrados en la sangre de los sujetos.