La mayoría de los residuos de cultivos se pueden procesar como celulosa. El costo de muchos de ellos no vale la pena, a menos que haya circunstancias especiales, como ser la única fuente dentro de las 800 millas.
El algodón, el yute, el cáñamo y el lino son los más importantes como cultivos. En una escala más pequeña, las ortigas, la yuca, la lufa y las fibras tomadas de la naturaleza producen la mayor parte de lo que sale de la granja.
Los productos de bambú, papiro y madera se manejan como bosques en un plan de manejo de cosecha continuo mucho más complejo que los cuerpos de aniquilación.
La fibra de arroz para papel puede ser un cultivo especializado, como un poco de trigo se cultiva para techos de paja en el Reino Unido, pero su considerado por subproductos.
La seda es la cría de animales, no un cultivo. El cultivo es de hojas de morera que alimenta gusanos de seda.
La seda pronto puede ser una operación de pharming. Hay cabras transgenéticas que producen proteína de seda de araña en su leche. No veo por qué la levadura no podría hacerlo también. La proteína puede ser demasiado compleja para que la levadura se metabolice. Rayon fue uno de nuestros primeros esfuerzos en el algodón hecho por el hombre. Fui un fracaso. La microfibra resultante del rayón, mezclado con un 40% de algodón, es una camisa realmente bonita. Ninguna de las fibras de algodón cultivadas en el laboratorio son lo suficientemente buenas o baratas como para llevarlas al mercado, pero es mejor que Rayon.
Estamos llegando a un punto en el que las herramientas en investigación genética e informática se acercan al punto en las economías de escala. El factor limitante son las ideas y el esfuerzo, no el tiempo, el dinero o la maquinaria. Esto hará que la cosa, como las fibras de algodón cultivadas en cubas de levadura, libere algunos de los mejores suelos del mundo para convertirlos en gomones.
Uno debe ser inteligente, pero el mundo es suyo si pueden visualizarlo. Siento que eso es cierto en muchos campos hoy en día para aquellos que tienen el coraje de alcanzar y tomar riesgos y cosechar las recompensas y los fracasos ocasionales. Si fracasas en elegir otro, se ve bien y enganchas tus espuelas en la cincha y la montas.