No hay un estándar específico que tenga que beber cierta cantidad de litros, pero nuestra
El agua constituye casi el 70-80% de nuestra composición corporal en gran medida depende de nuestro tamaño corporal. Tiene un papel principal que desempeñar como un nutriente para mantener nuestro sistema en buen estado de salud.
A diferencia del consumo de alimentos que podrían ser fuentes potenciales de grasas, carbohidratos o azúcar, el agua, incluso cuando se consume, no conduce a la ingesta de calorías; en cambio, está asociado con posibles beneficios para nuestra salud. El cuerpo humano puede estar sujeto a grandes pérdidas de agua a través de la respiración, la excreción y la sudoración. Esta pérdida de fluidos que tiene lugar regularmente puede equilibrarse al consumir un volumen adecuado de agua en forma de alimentos, líquidos o agua corriente, para garantizar el funcionamiento normal del cuerpo.
La capacidad del agua para mantener la concentración adecuada de fluidos en nuestro cuerpo es una de sus funciones más importantes para promover la buena salud. Se requiere agua a nivel celular para realizar todas las reacciones fisiológicas y bioquímicas en curso en el cuerpo, lo que favorece la digestión de los alimentos y el suministro de nutrientes, la circulación sanguínea y la regulación de la temperatura corporal. A través de mecanismos apropiados de comunicación con el riñón, el cerebro monitorea la cantidad de agua que se retendrá en el cuerpo o se perderá del cuerpo, de acuerdo con las demandas de nuestros sistemas biológicos.
Los estudios también han sugerido que el agua podría inhibir la formación de cálculos renales. Además, se ha sugerido el consumo de grandes cantidades de agua como una cura potencial para los cálculos renales al reducir la concentración de minerales que se cristaliza para formar grupos y podría perturbar las funciones renales.
Beber grandes cantidades de agua también ayuda a controlar el aumento de peso y podría ser una estrategia adoptada para controlar las calorías. Aunque no están directamente asociados con un efecto sobre la pérdida de peso, los productos alimenticios con alto contenido de agua, como frutas y verduras, se llenan y se absorben en el cuerpo poco a poco, lo que no nos deja con hambre durante un período prolongado de tiempo. Por lo tanto, el agua ayuda a aumentar la actividad metabólica en el cuerpo y evita el consumo de calorías adicionales.
Mantener el cuerpo hidratado facilita el rendimiento de diferentes grupos de edad de hombres, mujeres y niños. Un consumo adecuado de agua evita la fatiga muscular y el cansancio. Por lo tanto, se recomienda que las personas comiencen a consumir líquidos al menos una hora antes de los ejercicios y durante el transcurso de los ejercicios para compensar la pérdida continua de agua del cuerpo en forma de sudor. Además, mantener el cuerpo adecuadamente abastecido de agua ayuda a aumentar la memoria y controla nuestro estado de ánimo, según estudios científicos. La deshidratación muy comúnmente acompañada de dolores de cabeza persistentes y continuos y ataques de migraña también pueden abordarse tomando suficiente agua. El consumo de alcohol, un diurético puede causar una pérdida excesiva de agua en forma de orina, lo que lleva a la deshidratación. En tales situaciones, el agua podría ayudar a lidiar con la boca seca, el cansancio y el dolor de cabeza, que son síntomas comunes de la resaca.
El agua desempeña un papel funcional en la mejora de las funciones intestinales y previene el estreñimiento. Mantener un flujo continuo de agua a través del tracto digestivo asegura el funcionamiento adecuado del intestino. La piel tiene un papel importante en la regulación del equilibrio de agua y minerales en el cuerpo. Protege al cuerpo del exceso de pérdida de agua. A menudo, cuando la piel se ve seca o arrugada, mantener el cuerpo hidratado podría ser útil. Sin embargo, la ingesta excesiva de agua no juega un papel en la eliminación de las arrugas completamente de la piel.
El papel funcional del agua para contribuir a nuestra buena salud es multitudinario. Aún así, se considera el segundo líquido más popular preferido para el consumo después de las bebidas carbonatadas. Sin embargo, el valor de la salud del agua es más que el de los refrescos, que se asocian con una mayor absorción de calorías. Aparentemente, el consejo común de beber al menos 8 vasos de agua al día puede estar un poco sobrevalorado. Sin embargo, de ninguna manera descarta las posibles implicaciones positivas del agua en nuestra salud. Cuando hay un desequilibrio entre la cantidad de agua que se consume y la cantidad de agua que se elimina del cuerpo, varias condiciones podrían afectar nuestro sistema, que incluye deshidratación, dolor de cabeza y estreñimiento. Existen ciertos factores como la alta temperatura, la gran altitud o el esfuerzo físico extremo que pueden agravar aún más la pérdida de fluido del sistema.
Conociendo los beneficios de beber suficiente cantidad de agua y su impacto positivo en nuestra salud, se pueden tomar varias medidas para garantizar un consumo adecuado de agua como se explica a continuación.
El consumo de una bebida o bebida que acompaña a cada comida. La elección de las bebidas queda a nuestro criterio, pero es más efectivo incorporar una bebida no calórica como agua, jugo, té o café.
Asegurar un consumo suficiente de frutas y verduras, con un alto valor nutritivo y contenido de agua. Una proporción considerable de líquido se deriva de los alimentos que consumimos.
Llevar una botella de agua con nosotros en todas partes nos ayuda a mantenernos hidratados, reduciendo así los riesgos de diversas condiciones de salud.
Fuente: ¿El agua potable es beneficiosa para nuestra salud?