Es una pregunta extraña, pero sí, ambos he visto y tocado a un cerdo de verdad antes.
Los viajes de la escuela primaria a ‘Old McDonald’s Farm’ fueron raros pero realmente divertidos. Pude ver burros, perseguir pollos y montar ponies, y sí, hasta puercos domésticos. ¡Son adorables! Aunque no me gustaba enlodarme mucho, no eran mis favoritos.
Estar prohibido comer un animal no es lo mismo que estar prohibido tocarlo o mirarlo. Los cerdos no tienen importancia en el Islam más allá de no comer su carne.
Es por eso que siempre me da una pequeña risita al escuchar noticias de islamófobos que cuelgan jamón alrededor de masjids o compran cerdos para sus yardas para mantener alejados a los musulmanes, como si fuera una especie de repelente mágico que quemaremos si nos acercamos. Simplemente no comemos cerdo. No es tan serio, lo prometo.