Sí, es muy común entre los perros. A veces se asocia con un comportamiento de limpieza o perros desnutridos que tratan de satisfacer sus necesidades nutricionales. Consulte a su veterinario para averiguar cuál es el problema.
Esto también podría convertirse fácilmente en un hábito. Y si lo hace, trate de cubrir las heces con líquidos de sabor amargo como el jugo de limón, el vinagre de sidra de manzana o la salsa picante. Después de un bocado de dos, se darán cuenta de que no vale la pena.