Cero. Ninguna. No solo era poco común, la única forma en que esto sucedería es un evento excepcionalmente raro, que supuestamente involucra una enfermedad mental masiva.
No es solo una cuestión de moralidad o instintos humanos fundamentales (la historia muestra que se puede lograr con el condicionamiento social). El problema es económico. Tener un hijo una inversión sustancial de recursos. Las mujeres embarazadas tienen que comer más, pueden hacer menos trabajo productivo, especialmente al final del embarazo, y tienen un riesgo no despreciable de morir antes de las prácticas higiénicas modernas. Pasar por todo eso con el propósito de hacer que un solo bebé comiera sería estúpido e indecible. Cualquier sociedad que intente hacer que esa práctica desaparezca rápidamente.