El libro y la película Solutions from the Land son parte del nuevo proyecto The Desert and the Cities Sing , que trata sobre algunas de las innovaciones de Israel en el campo de la agricultura.
Israel siempre ha sido un líder en ideas agrícolas, en parte debido a su terreno: es casi 2/3 desierto, y lo que no es desierto está en gran parte lleno de rocas y cantos rodados obstinados. No es una tierra cultivable fácilmente, por lo que los israelíes han usado sus cabezas para pensar en formas de hacer que funcione para ellos. Y lo han hecho: el país ahora produce suficientes cosechas para alimentarse e incluso para exportar mucho.
Para garantizar la suficiencia del agua, los israelíes han hecho cosas extraordinarias en el campo del riego por goteo (desviando el agua muy cuidadosamente a las plantas a través de sistemas de tuberías), desalinización (que, cuando se perfeccione, obviamente cambiará el escenario de riego de todo el planeta) , y simple eficiencia del agua (monitoreo de fugas con mucho cuidado). Todos estos enfoques han ayudado a Israel (en palabras de David Ben-Gurion) a “hacer florecer el desierto”. Sí, hay fresas creciendo en el desierto: las hemos visto.
Israel también está haciendo avances en el área del biochar, que es (para decirlo simplemente) un método para reponer el suelo empobrecido con carbono, haciéndolo rico y fértil. La Dra. Ellen Graber del Centro Volcani (la rama de investigación del Ministerio de Agricultura de Israel) es una de las protagonistas de esta historia.
El Centro Volcani, junto con el Instituto Blaustein para la Investigación del Desierto, el Centro de Agroinvestigación del Desierto Ramat Negev y muchas otras instituciones en Israel están trabajando para lograr “soluciones desde la tierra”, desde pesticidas naturales hasta biochar, gestión de invernaderos y nuevos métodos. en acuicultura y manejo de ganado. Y a medida que los encuentran, están trabajando para compartir estas soluciones con el resto del mundo. Uno de los principales vehículos para este alcance es MASHAV, la Agencia Israelí para la Cooperación Internacional para el Desarrollo, que ha llevado innovaciones agrícolas israelíes a países de África, América Central y del Sur, India, China y más.
Como dijo un agrónomo israelí con el que hablamos durante nuestra investigación: “Las plagas de los cultivos no necesitan pasaportes”. Las respuestas a preguntas agrícolas vitales no pueden mantenerse dentro de las fronteras.
