Los agricultores han cultivado en el norte de África durante milenios. No hay ninguna razón para que aquellos en el sur de Europa no puedan adoptar tales variedades y cultivos si el clima es demasiado cálido para sus cultivos actuales.
Los agricultores del primer mundo, con acceso a una fitosanidad sofisticada y asesoramiento orientado científicamente, solo sufrirán costos moderados por el calentamiento global. Es posible que tengan que replantar, incluso para cambiar el tipo de cultivo, y comprar maquinaria nueva, pero pueden adaptarse. Los rendimientos pueden caer debido a las sequías y las inundaciones, pero los precios probablemente se ajustarán de manera similar. Un agricultor preparado para hacer cosas nuevas puede seguir cultivando de forma rentable. Son los agricultores del tercer mundo, que cultivan como lo han hecho durante siglos y que sin la educación o las herramientas para adoptar nuevos cultivos, sufrirán.
