El suelo es el sustrato de toda la vegetación terrestre. Proporciona la estructura para mantener la vida de las plantas, físicamente, y mantiene las vías de acceso al agua. También contribuye con muchos de los productos químicos necesarios para la vida. Proporciona el ambiente para la germinación de semillas y modera la temperatura para las plantas en crecimiento.
Sin embargo, el suelo no es solo para las plantas. Los animales requieren suelo para sus hogares, a menudo construyendo nidos y redes en el suelo. Los insectos y las bacterias también requieren tierra para acceder al agua y a los nutrientes.
Los humanos también usan suelo para la construcción. Las represas de tierra (la mayoría de las represas para el control de las vías fluviales) e incluso algunas casas están construidas con tierra.
Requerimos suelo para enterrar a nuestros muertos y confiamos en la ecología del suelo para descomponer a los muertos y generar nueva vida.
