Además del acto inmoral de matar por placer, existen razones económicas, ambientales y de salud para dejar de consumir tanta carne.
Aunque no descartaría que todos abandonen la carne, probablemente se creará (e incluso se consumirá) de una manera que no estamos acostumbrados.
La forma en que se crían y cultivan los animales es altamente derrochadora, ya que se emite menos energía de la que ingresan. Los científicos son conscientes de este problema y la batalla para crear una “carne sostenible”. Los dos frentes principales de esta campaña son la “carne de probeta” creada por el cultivo de células extraídas de animales y los avances de la carne simulada (falsa) elaborada a partir de proteína vegetal.
Estos dos métodos serán un gran negocio y actualmente cuentan con el respaldo, el interés y la inversión de Bill Gates y Google.