El aprendizaje automático puede darnos una idea de los ecosistemas en funcionamiento. La revista Ecological Informatics publica con frecuencia aplicaciones de aprendizaje automático en ecología, y Ecological Modeling también publica algunas de las mejores y más accesibles aplicaciones ecológicas de aprendizaje automático. Estas aplicaciones a veces se utilizan para proporcionar información que conduzca al asesoramiento de gestión ecológica.
Desarrollar una inteligencia artificial que realmente diseñe ecosistemas que funcionen y, en términos más generales, recomienda intervenciones de gestión para apoyar los ecosistemas sería una tarea grande y difícil. Debería determinar primero las respuestas a preguntas como: qué aspectos de un ecosistema en funcionamiento valora, y cómo pondera esos diferentes aspectos uno contra el otro? ¿Es más importante, por ejemplo, maximizar la producción de proteínas, maximizar la capacidad del sistema para eliminar contaminantes, maximizar la biodiversidad o maximizar la resiliencia al cambio climático? Con respecto a la capacidad de recuperación, ¿qué tipo de perturbaciones debería soportar el sistema (clima extremo, especies invasoras, furtiva, enfermedades, calentamiento?) Y ¿a qué plazos? ¿Cuál es la magnitud de las perturbaciones esperadas o posibles?
Entonces, necesitaría diseñar técnicas de observación que confiara que proporcionarían suficientes datos de entrada para conducir el algoritmo de aprendizaje automático (y, por supuesto, necesitaría seleccionar un algoritmo adecuado, lo cual no sería una tarea sencilla). Las técnicas tradicionales de medición ecológica requieren mucha mano de obra y consumen mucho tiempo, pero los métodos de aprendizaje automático suelen requerir mucha información. Debería estar seguro de que tenía suficientes datos, para un rango suficiente de condiciones y ecosistemas, para representar la gama completa de condiciones posibles en su modelo. Las mediciones ópticas de satélites y drones son una posible fuente de datos enriquecidos, pero se necesita una forma de relacionar esos datos con las funciones que le interesan.
En resumen, aunque el aprendizaje automático es un enfoque valioso para comprender mejor los ecosistemas, todavía no está en el punto en que tiene todas las respuestas, y no lo será por un largo tiempo.