Come fruta y ni remotamente está cerca.
En general, estamos mejor adaptados para comer alimentos cercanos a cómo aparecen en la naturaleza.
Cuando tomas un alimento que existe en la naturaleza y lo refinas (el jugo es una forma de refinamiento), hay dos resultados:
- Algunos elementos se eliminan
- Los elementos restantes se vuelven más concentrados
Ambos suelen ser problemáticos.
En el caso del jugo, lo que se elimina es fibra. La fibra que existe en la fruta entera actúa para contrarrestar la fructosa que existe en la fruta. La fibra reduce la velocidad y, en cierta medida, evita la absorción de fructosa.
La otra cosa que sucede es que lo que sobra se vuelve más concentrado. Cuando tomas jugo de fruta terminas obteniendo mucho más fructosa que cuando comes fruta.
La fructosa se metaboliza exclusivamente en el hígado, que nunca fue diseñada para manejar la cantidad de fructosa que ahora podemos ingerir en tan poco tiempo.
Demasiada fructosa absorbida rápidamente se convierte en grasa, lo que lleva a enfermedad del hígado graso, grasa visceral alrededor de los órganos, obesidad, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, etc.
Eso no quiere decir que nunca deba beber jugo de fruta, pero es mejor elegir fruta entera en su lugar y ver el jugo como más sabroso que un refresco y menos como un alimento saludable.