Los mangos son híbridos. Cada vez que se siembra una semilla híbrida, la plántula no se parecerá a la planta de la que procede, sino más bien a una mezcla de los antepasados de los que se formó el híbrido. Se habrán seleccionado muchos rasgos diferentes, todos gobernados por genes diferentes.
Necesitas entender la herencia básica para seguir esto, pero todos los organismos tienen muchos genes, siempre en pares en los cromosomas. Para cada rasgo, un gen vino del padre masculino y uno vino del padre femenino. Los rasgos pueden ser dominantes o recesivos. Si es dominante, ese gen de cualquiera de los padres se expresará. Si es recesivo, el gen debe estar presente en ambos padres
Digamos que el mango ha sido criado para ser especialmente dulce, jugoso y sin fibra. Hay seis genes posibles para ser heredados S-sweet, s-unsweet; J-jugoso, j-no jugoso; F-fibra libre, f-no libre de fibra. Todos ellos son rasgos dominantes, y la combinación de genes del padre (tres pares de genes) podría ser Ss, Jj, Ff. Cuando la flor es polinizada, las semillas heredan un gen de cada padre. Todas las combinaciones posibles podrían resultar, desde SS, JJ, FF a ss, jj, ff. El primero sería dulce, jugoso y sin fibra. El segundo no sería dulce, ni jugoso ni libre de fibra. ¿Por qué arriesgarse a plantar una semilla cuando diez años más tarde descubres que tu fruta es la última? Con un árbol injertado, sabes que obtendrás lo real.