De las personas con las que he hablado o escuchado a lo largo de los años, las razones son increíblemente variadas. Es un negocio difícil, pero es bastante fácil hacerlo. No necesita un título y puede ser contratado, incluso si tiene antecedentes penales. Es amigable para los inmigrantes y es un modelo de negocio relativamente simple cuyos fundamentos se pueden aprender con bastante rapidez, aunque sorprendentemente, mucha gente que abre restaurantes parece no entender lo básico. 😉 También hay un cierto romance para el negocio, incluso antes de que el todo el fenómeno del famoso chef.
Trabajé en restaurantes cuando era adolescente (como mucha gente) y lo que más me vino a la mente fue el consejo que nunca tuve de comenzar un restaurante 😉 Es un negocio elevado con un pequeño margen de ganancia, largas horas, una vida peripatética mano de obra, considerable regulación gubernamental, alta responsabilidad, un mercado voluble y largas horas. Aparte de eso, es solo color de rosa.
Sin embargo, para entrar y mantenerse en el negocio, solo necesita una cosa: una clientela leal. Para hacer eso, tienes que hacer comida consistentemente deliciosa que la gente quiera comer regularmente a un precio que incluya un beneficio para ti. Todo lo demás depende de ese punto principal.