¡Sí, por supuesto! Las semillas de uva son ricas en poderosos antioxidantes y compuestos de plantas naturales llamados complejos de proantocianidinas oligoméricas (OPC). Estos son conocidos por sus propiedades antibacterianas, antivirales, anticancerígenas, antiinflamatorias, antialérgicas y vasodilatadoras.
Se ha encontrado que inhiben la peroxidación lipídica, la agregación plaquetaria, la permeabilidad capilar y la fragilidad. Los OPC incluso pueden desempeñar un papel en la prevención del cáncer en los senos, el estómago, el colon, la próstata y los pulmones.
Las semillas de uva son buenas para la salud de su corazón, piel, cerebro, presión arterial alta, insuficiencia venosa crónica, fortaleza ósea, hinchazón (edema), deterioro cognitivo, salud oral, diabetes, etc.
En la India antigua tenían el conocimiento para las uvas sin semillas. Pero, tal vez debido a los enormes beneficios de las semillas, cultivaron y consumieron la variedad sembrada.
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