Excepto por su capacidad para mantenerse hidratado, una buena idea para un crecimiento saludable, no hay razón para creer que el café lo hará más alto.
Hay evidencia débil de que el café puede reducir la densidad ósea en las mujeres, pero inexplicablemente este efecto no se observa en los hombres. Tampoco parece que el consumo moderado de café (algunas tazas al día) tenga un efecto estadísticamente significativo en la densidad ósea.
Aún más desconcertante es que el consumo de té con cafeína no muestra una reducción de la densidad ósea similar en hombres o mujeres, lo que sugiere que la cafeína no es el mal actor. Las colas, muchas de las cuales contienen cafeína, muestran el efecto, pero eso puede deberse a su contenido de ácido fosfórico, no a la cafeína.
Claramente, como con tanta participación de la salud humana, es complicado. Pero hacerte más alto no parece ser un efecto probable.