¿Cómo podemos saber cómo eran las frutas y las verduras antes de que la selección selectiva y otros procesos de selección genética alteraran su apariencia?

Los parientes silvestres (incluidos los progenitores) para la mayoría de las especies aún existen y han sido identificados.

Estos pueden identificarse en base a varios elementos de evidencia, que incluyen morfología, hibridación, citogenética (por ejemplo, recuentos y estructura de cromosomas), genética y proteómica. Tampoco olvidemos las ciencias sociales: arqueología e historia.

Por supuesto, no podemos mirar atrás en el tiempo, así que tenemos que hacer algunas suposiciones al crear estos modelos. A menudo es más difícil determinar los parientes de las especies que se han cultivado durante mucho tiempo: es probable que estas especies domesticadas se hayan hibridizado con sus parientes durante mucho tiempo. Por ejemplo, hasta hace poco (2013 – y solo lo busqué en Google en este momento), se pensaba que el origen de los olivos domesticados se había perdido. ¡No más! Los orígenes del olivo revelado. Tenga en cuenta en la descripción de esa investigación el muestreo exhaustivo y la tecnología moderna que se requería.

Finalmente, si bien estas son preguntas académicas interesantes, los parientes silvestres también sirven como un recurso genético importante para la mejora genética de las plantas. Su utilidad varía de una especie a otra, pero se han transferido genes muy importantes de ciertos parientes silvestres a cultivos cultivados (las patatas y el trigo son excelentes ejemplos).