Los metales como el plomo, el zinc y el cobre y el manganeso se han utilizado como insecticidas y fungicidas durante muchos años e incluso siglos. La mezcla de Bordeaux es el ejemplo clásico ya que se desarrolló por primera vez para el control de enfermedades hace siglos.
Estos metales se degradan con lentitud y en áreas de producción de durazno y manzana a largo plazo, el plomo y otros metales pesados pueden acumularse en el suelo a niveles que se clasifican como inseguros.
En los Estados Unidos, hemos tratado de eliminar muchos de esos aerosoles, pero aún tenemos algunos alrededor para ciertos cultivos que aún no hemos encontrado una mejor manera de manejar ciertas enfermedades.
