Debes ser muy cuidadoso con esto. Los atributos metafísicos de la leche lo hacen de modo que si viertes café en él, puede abrir un agujero de gusano. Esto se debe a que el esqueleto de carbono del café está unido por relaciones moleculares que pueden volverse inestables al entrar en contacto con las moléculas de la leche.
Esto solo puede suceder cuando el café se vierte en la leche porque se necesita el efecto de la velocidad en las moléculas de café para desencadenar la reacción potencial. El riesgo es que si la reacción se sale de control, puede provocar un agujero negro en su lugar.
Entonces, si un día te encuentras en Narnia, sabrás que fue gracias a esa taza de café con leche.