Según la EPA, se puede esperar razonablemente que el agua potable contenga una pequeña cantidad de contaminantes. Esto no necesariamente significa que beber agua no es seguro: algunos contaminantes solo son dañinos por encima de ciertos niveles.
La EPA define las impurezas como contaminantes. Pueden ser:
- Contaminantes físicos: sedimentos o material orgánico suspendido en lagos, ríos y arroyos como resultado de la erosión del suelo
- Contaminantes químicos: compuestos como nitrógeno, lejía, sales, pesticidas, metales y toxinas
- Contaminantes biológicos: microbios como bacterias, virus, protozoos y parásitos
- Contaminantes radiológicos: átomos inestables como cesio, plutonio y uranio
En cuanto a los contaminantes en el agua potable, ¿de dónde vienen? Los mismos lugares que los contaminantes en el agua no potable: desechos industriales, aguas residuales, escorrentía agrícola y fuentes naturales.
Una cosa adicional a tener en cuenta es que las tuberías viejas y dañadas pueden filtrar productos químicos como el plomo. Este es un ejemplo de cuándo se introducen contaminantes después de que el agua de la fuente ya ha sido tratada.