¿Cómo es trabajar en un matadero?

Hay una cosa llamada estremecimiento que Dios o la Naturaleza nos dieron al nacer. Esto es evidente en la infancia. Cuando éramos niños, incluso la visión de un cuervo muerto nos afectaría enormemente. Un ratón muerto devorado por un cuervo era una visión horrible. Un perro muerto, o peor un gato, nos haría vomitar o perder una comida. Pero a medida que uno entra en la edad adulta y en una profesión, uno gradualmente se “desensibiliza”, es decir, se hace más como un “profesional”.