Sí. Según un estudio reciente de Ernst & Young, el consumo de cerveza en Europa cayó un 8 por ciento entre 2008 y 2010, lo que en parte se ha visto compensado por un cambio hacia la producción doméstica, pero la magnitud de esto es difícil de medir.
Esto tuvo un efecto desproporcionado en el desempleo del sector, ya que el 73 por ciento de los empleos asociados con la industria europea de la cerveza están fuera de las fábricas de cerveza, como bares, hoteles y restaurantes. En comparación con una disminución del 2 por ciento en el empleo para Europa en su conjunto, el empleo en la industria de la cerveza se ha reducido en un 12 por ciento, lo que representa 260,000 puestos de trabajo.
Según el blog Economix de The New York Times , “la industria de la cerveza se queja de que parte de la disminución se debe a los fuertes incrementos en el impuesto al valor agregado impuesto a la cerveza en algunos países, incluido Grecia”. (1)
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