Sí definitivamente. Crecí en casa que siempre olía a ajo friéndose en aceite de oliva. Me encanta el olor … Lo asocio con el hogar, el amor, la infancia, el hecho de ser retenido. Me sorprendí cuando conocí a alguien que fue rechazado por el olor.
Como se menciona en otras respuestas, la memoria olfativa es muy poderosa. La nariz tiene una conexión muy cercana al cerebro.
En los asilos he tenido la experiencia de despertar a las personas virtualmente en estado de coma colocando un plato de su comida favorita de la infancia debajo de sus narices. Durante un breve tiempo se pusieron alerta, recordaron cosas. Fue realmente increíble.
En cuanto al chocolate, no lo sé. Siempre pensé que a todos les gustaba el olor del chocolate … a diferencia del ajo o el gorgonzola.