Si escondo una cuchilla en mi propia comida, y luego alguien la roba y se lastima, o incluso muere al comerla, ¿sería culpa mía?
No sé sobre una espada, pero sí recuerdo una historia grosera específica en mi escuela secundaria. Había un chico extraño, Dan, que insistía en sentarse con un grupo de estudiantes que no le gustaban especialmente. A menudo, Dan…