Ningún gobierno juzgará lo que come basado en sentimientos religiosos. Más bien deberían juzgarlo a través de su contenido nutricional y los beneficios del consumo. Imponer tus creencias religiosas a otras personas es inconstitucional e inhumano. Entonces, si los hindúes consideran a la vaca como una figura sagrada, son bienvenidos a tratarlos con total cuidado y no a comerlos. Pero no debes imponer su creencia a otras personas que no creen a la vaca como una figura maternal. Comer no debería tener nada que ver con tu religión en primer lugar. Obligar a otras personas a no comer carne de vaca es tan erróneo como obligar a un hindú a leer namaz (o forzar cualquier religión sobre cualquier otra persona religiosa)
Entonces, moralmente hablando, el gobierno no tiene ningún derecho para impedir que las personas coman carne.